El amigo

Quien tiene un amigo no sabe lo que tiene, o eso dicen.

¿Qué es lo que estamos haciendo Sonia, crees que esto está bien?

Por única respuesta siguió sobándome los huevos mientras volvió a juntar sus labios con los míos para seguir morreándonos, con la otra mano me tenía sujeto por el cuello girada hacia mí sentados ambos en el sofá, yo no soy de piedra, bueno en ese momento lo que tenía más duro era la polla, que a pesar de mis “escrúpulos morales” respondía muy bien a los estímulos físicos.

Me deje guiar por el instinto y comencé a acariciarle los pechos, primero por encima de la blusa, pero me calentó tanto que ni la desabroche, creo que es la primera vez que arranco una botonera completa y la suerte fue que iba sin sujetador, me dedique a sobarle los pechos, primero con toda la mano y después solo los pezones, que estaban duros como piedras y calientes como la lava.

Tarde poco en bajar mi boca para sorber uno de esos pechos, como si me fuera la vida en ello, el pezón que quedo dentro lo “golpeteaba” con la punta de la lengua y solo oía los gemidos de placer de Sonia, note como me sacaba la polla y no me pare a pensar lo que eso significaba, llegados a ese punto ya no había marcha atrás.

Con la otra mano solté el cinturón y mis pantalones, quedando expuesto a Sonia que no perdió la oportunidad, tiro de mi ropa hacia abajo mientras yo le sacaba los restos de la blusa, la falda quedo en la cintura y se arrodillo encima del sofá quedando sobre mí, restregando su pelvis con mi dura polla, tarde poco en apartar el diminuto tanga para que pudiera ensartarse sin dificultades.

Tan solo fueron unas cuantas “clavadas” restregando sus tetas sobre mi pecho, al poco salió de mí y se fue dejando caer lentamente, hasta quedar arrodillada en el suelo entre mis piernas, por el camino no perdió la oportunidad de ir lamiendo todo lo que pudo, yo tenía los ojos cerrados tratando de “atrapar” todas esas sensaciones, los abrí a tiempo de contemplar como engullía mi polla en un solo movimiento hasta el fondo, en este caso también fueron solo cuatro o cinco, los profundos movimientos que realizo antes de soltarla.

Se levantó y tomándome de las manos me invito a imitarla, entonces estando los dos de pie, soltó su falda y bajo del todo mis pantalones y bóxer mientras yo me sacaba la camisa, al terminar tire a mi vez del diminuto y chorreante tanga quedando así los dos desnudos y encarados, me tomo de la mano y me llevo a su habitación.

Soy Alex, el mejor amigo de Sonia y Pascual, pero nunca llegue a imaginar vivir una situación así.

En la habitación, me hizo tender en medio de la cama y arrodillada a mi lado, comenzó a lamer mi cuerpo con dedicación, solo quería que gozara, lo consiguió y de qué manera, para mí que estaba acostumbrado a “otro” tipo de relaciones mucho más conservadoras, junto a la que había sido mi pareja por casi cuatro años, esto representaba un mundo distinto.

En esta ocasión cuando llego al vientre, siguió “torturándome” de una forma “cruel”, en varias ocasiones trate de participar de una forma más activa, pero me lo impidió apartando mis manos, cuando note que se colocaba entre mis piernas, me concentre solo en dejarme hacer, convencido que “mi placer” era en ese momento su única prioridad, comenzó una lenta mamada, en la que se recreó y gozo tanto o más que yo y que alargo de forma magistral.

En todo el tiempo que llevo practicando sexo, nunca me habían hecho una mamada de esa magnitud, ni tan siquiera María, una mujer de 43 años que se encapricho de mi un verano que pase en Ibiza, María celebraba que acababa de recibir una sustanciosa “sentencia de divorcio”, me tomo bajo su “protección”, antes y después de cualquier otra actividad, hacia unas mamadas esplendidas, con mucha diferencia a las que me habían hecho hasta entonces.

Cuando Sonia dio por terminada su mamada, se tendió a mi lado apretándose mucho a mí y me susurro al oído.

¿Crees que podrás soportar, pasar casi una semana conmigo?

Soy bastante corpulento por lo que me fue fácil colocarla sobre mi cuerpo, para contestarle mirándola fijamente a los ojos, que esperaba que todo esto no se redujera a una sola semana, entonces me beso tiernamente y abrazándome muy fuerte, me aseguro que si yo lo permitía seria por mucho más tiempo.

Estuvimos así un rato, hasta que me sentí con fuerzas para continuar y en esta ocasión fui yo quien me ocupe a fondo de ella, comencé a acariciarle la columna y unos tremendos escalofríos la recorrían, cuando gire un poco para que quedara a mi lado me dedique a besar sus pezones, de esa forma tan particular que aprendí y que tan buenos resultados da, note como se estremecía y con un par de dedos comencé a acariciarle la vulva hasta que note que se mojaba, entonces la penetre con ellos pero solo los deje dentro.

Espere a que los pezones se endurecieran y entonces la acabe de poner de espaldas sobre la cama y mientras me erguía sobre un codo medio chafándole un pecho para sorber el otro, comencé una follada con los dedos, esa combinación la llevo al primero de una serie de orgasmos, que tuve yo la suerte de proporcionarle y ella el placer de gozarlos.

Cuando estaba terminando ese primer orgasmo, me arrodille entre sus piernas y sin darle descanso, alzando sus piernas sobre mis hombros la fui penetrando, todo su cuerpo temblaba de excitación y a medida que incrementaba la frecuencia de mis empellones más se contraía y arqueaba, hasta que comenzó a mover la cabeza a derecha e izquierda mientras soltaba un profundo suspiro que se hacía interminable.

Prolongue esa situación todo lo que fui capaz y cuando comencé a eyacular, el primer sorprendido fui yo por la gran cantidad que solté, a pesar del poco tiempo pasado desde la vez anterior, quizás se debía a que hacía más de un mes que no mantenía relaciones sexuales “en compañía”, cuando dejé de manchar me quede dentro suyo, hasta que la erección prácticamente había desaparecido, entonces baje sus piernas suavemente y me acosté a su lado.

Poco rato después de permanecer en silencio abrazados me sugirió ir al baño, nos dimos una ducha rápida y tras lavarnos los dientes fuimos a la cama otra vez, al acostarnos me dijo que la abrazara al menos hasta que se durmiera, eso hice y mirando su bello rostro mientras su respiración se volvía regular y su abrazo más flojo, trate de imaginar la realidad de lo que nos había llevado a esta maravillosa situación y no lo conseguí, tan solo sabía lo que me había dicho Pascual que era a fin de cuentas quien la provocó.

Tres días antes, en el despacho de la empresa de Pascual.

Estaba desesperado, trabajo como auditor en una gran empresa, pero todo lo hago por medio de mi “portátil”, tanto las gestiones e informes cuando salgo fuera, como el trabajo en la oficina y una tarde dejó de funcionar bien, contacte con el informático de la empresa porque el acceso a internet era muy lento y necesitaba unos datos ¡YA! Y al poco me comento apartándome de la mesa de trabajo.

En estos dos años que llevo aquí es la primera vez que me avisas, solo se trata de que algo te ocupa mucho ancho de banda, ¿Otras veces quien te ha revisado el ordenador?

Le respondí.

Solo Sonia mi pareja ¿Por qué? Ella también es informática y por eso es quien se encarga regularmente de revisarlo e instalar algún programa que necesito.

Sonriendo el chico me dijo.

No sé, todo depende de lo que hayas hecho con él, pero según lo que sea, tienes un grave problema familiar, porque te “espían”.

Me dejo intrigado, le pregunté a que se refería y cuando me explico que tenía instalado un programa de acceso remoto, que funciona como “servicio”, sin que yo lo sepa desde que arranca el ordenador y Sonia en este caso sabe en todo momento que estoy haciendo, incluso lo que se ve en mi cámara, me di cuenta que el problema no era pequeño.

Entendí entonces, porque algunos días estaba más molesta que otros, algún correo a mi amiga Raquel últimamente, antes había habido otras, alguna llamada desde el móvil para quedar y vernos, todo eso lo sabía Sonia, vaya marrón.

Llevamos viviendo juntos tres años, pero reconozco que “le tiro a todo lo que se menea” no es un problema de “compromiso” es mi naturaleza, nunca he sido celoso, quizás porque no me ha dado motivos o que en el fondo, no le doy tanta importancia a las relaciones fuera de la pareja.

Posiblemente lo mejor sería hablarlo, pero quería tener algún buen argumento para poder hacerlo sin perderla, pues es una persona maravillosa con un cuerpo de infarto y muy pocas por no decir ninguna inhibición en cuanto al sexo, otro en mi lugar tendría de sobras con ella, pues una mujer así no te la acabas.

La única posible solución pasaba por Alex, somos amigos desde el instituto, y había compartido correrías hasta que él comenzó a vivir con Marta en Toledo, por temas de “su” trabajo y porque “sus” padres son de allí, ahora unos cuatro años después, hace como un mes que Alex regreso a Madrid, cuando nos vimos me comentó.

Marta quiere tener un hijo porque su hermana está embarazada cuando le dije que algo así lo teníamos que hablar y decidir entre los dos, me respondió que ella lo tenía claro, que llevaba todo el mes sin tomar anticonceptivos.

Le respondí que cuando quisiera hacerme participe de sus planes ya tenía mi número, no creo que sea ni el momento y mucho menos la forma de hacer las cosas, por fortuna para mí el mismo día que hablamos esto le bajo la regla, pero me fui igual, ya estoy harto de ser el pelele de su familia.

Recordando todo esto, le hice una petición un tanto rara al informático y con una sonrisa cómplice me dijo que eso costaría al menos “una cerveza”, me dio unas básicas instrucciones que seguí al pie de la letra y a la hora apareció con un pendrive, me dijo que solo había que ponerlo en el ordenador en cuestión y ejecutar un programilla, que el solo se encargaba ya de todo.

Llame a Alex desde un teléfono del despacho lejos de mi mesa y quedamos en vernos esa misma tarde, pues yo tenía una auditoria en unas filiales del sur de España y el viaje estaba programado para el jueves, dentro de dos días y estaría fuera como poco otros seis, mediando el fin de semana.

Al vernos y después de ponernos un poco al día le dije que me tenía que hacer un favor y pregunto con cara de verdadera preocupación, de que se trataba y le conté lo que había descubierto el informático de la empresa, lo que me pasaba con Sonia y proseguí.

Lo único que se me ocurre para nivelar las cosas, es que te acuestes con Sonia mientras yo estoy de viaje y después que sea ella quien entienda que el sexo fuera de la pareja no es malo, solo una forma alternativa de vida en pareja.

Me miro como si estuviera loco, el conoce a Sonia y sabe que es una mujer muy atractiva y con su cara de preocupación me preguntó.

¿Pero tú te oyes hablar? Me estas pidiendo que me acueste con tu pareja, estás loco tío si crees que ella accederá a estar conmigo, ella te quiere de verdad y no seré yo quien siembre la discordia entre vosotros.

Entonces le dije que no lo entendía, que de lo que se trataba es de que ella se diera cuenta que el sexo fuera de la pareja solo es “eso” sexo y para ello necesitaba que por los motivos que fueran ella también experimentara en ese campo.

A regañadientes accedió pero no sabía cómo hacerlo, para en tan poco tiempo, dejar de ser un amigo fiel y respetuoso con la amistad y convertirse en un “canalla”, que se acuesta con la pareja de su amigo mientras este esta fuera, entonces le mostré el pendrive y le dije.

Cuando llegues a casa, solo tienes que conectarlo y después ejecutar el único programa que veras, lo ha preparado el informático de mi empresa, no perderás ningún contenido, pero el ordenador no arrancara, llama a casa y todo lo demás vendrá rodado ya lo veras, pero no hables de este encuentro.

Una hora después de llegar a casa, Sonia estaba bastante mosqueada y al rato sonó el teléfono, cuando colgó me dijo.

Era Alex, parece que el ordenador no le arranca y le he dicho que lo puede traer cuando quiera, dice que pasara mañana para que le dé un vistazo, le he dicho que si lo trae mañana se quede a cenar, ya que tú te vas pasado y así os veis ¿Te parece bien?

Le dije que sí, parecía que todo ya estaba en marcha, la tarde siguiente prepare la maleta y por la noche vino Alex a cenar, todo fue de lo más normal, solo dijo respecto al ordenador, que lo paró y ya no consiguió arrancarlo.

Acabamos de cenar y después de un poco de charla, Sonia me dijo que en cuanto tuviera el “portátil” en marcha me llamaría para que pasara a recogerlo, le desee buen viaje a Pascual y me despedí de ambos, deseando marchar pues era consciente que me había metido en un jardín del que no sabía muy bien cómo salir.

Me llamó Sonia, el viernes por la mañana para decirme que ya funcionaba todo, cuando le respondí que pasaría a buscarlo cuando me dijera, me respondió que fuera a cenar esa noche, accedí a condición de que yo llevara el postre.

No me compliqué la vida, fui directamente a La pastelería Mallorca en la Calle Velázquez y pedí un surtido de pastelillos y un par de botellas de cava para acompañarlos, como me gusta pero no entiendo, me deje aconsejar y me recomendaron un brut nature de la casa, embotellado expresamente para ellos por las bodegas “Parxet” y la verdad es que lo hicieron muy bien a juzgar por los resultados obtenidos, que superaban con creces mis expectativas.

Al llegar, Sonia me recibió con una gran sonrisa, cuando nos besamos en las mejillas como siempre que nos veíamos, lo hizo más cerca de la boca que otras veces y la note muy contenta, cenamos con un Rioja del que abuso un poco, pero como estábamos en su casa no le di más importancia, cuando terminamos de cenar solo quedaba un pequeño detalle, tratar de seducirla y eso me empezó a molestar y parece que se me noto en la cara pues pregunto si me pasaba algo.

En un ataque de sinceridad con el que me liberé, le conté de forma rápida lo que había tratado con Pascual y que lo del “portátil”, fue algo provocado con un pendrive que me había proporcionado él y que le mostré pues lo llevaba en el bolsillo, comenzó a reír se colocó detrás de mí y me dijo al oído.

Ya lo sabía, ven y te lo demostrare.

Me levante, me cogió de la mano y literalmente me arrastro hacia el despacho, vi que tenía mi portátil sobre la mesa, conectado y apunto para ponerlo en marcha, me hizo sentar y me invito a hacerlo, cuando apareció el escritorio, todos los iconos habían desaparecido y solo se veía una carpeta con el nombre “Iconos” la “Papelera de reciclaje” y un icono enorme con la sensual imagen de una sirena y el nombre de “Sonia”.

Me indico que pinchara el acceso directo y comenzaron a aparecer una secuencia de fotos, que ocupaban toda la pantalla y que aunque en varias ocasiones le di al “Escape” pensando que era una presentación de “PowerPoint”, no logre que pararan de aparecer, se trataba de una serie de fotos de Sonia, del todo explicitas sexualmente hablando.

Eran fotos hechas para “ellos”, desde la más “inocente” en una playa nudista, donde tomada desde abajo se veía como le escurría agua del coño, otra donde por ejemplo se la veía mirando al objetivo en medio de una mamada, hasta la que me pareció más “fuerte”, una donde a cuatro patas tomada desde atrás, con las rodillas separadas, al fondo se le veían colgar las tetas, mientras en primer plano se veía claramente el culo dilatado y como le salía del interior una mezcla de esperma y otras “substancias”.

Me gire un poco y vi una sonrisa pícara en la cara de Sonia quien me dijo.

Déjame ver ese pendrive un momento.

Le cambie el sitio y se sentó ella, permaneciendo yo a su lado mientras en unos instantes, con unas cuantas pulsaciones en una “consola se sistema” me dijo.

Vamos a tomar el postre y mientras te explicare como lo han hecho, vaya cabrón esta hecho ese Pascual.

Fuimos a la cocina y sacamos a la mesa los pastelillos y el cava, Sonia bebió mas que comió, mientras me explicó que era cierto que ella lo espiaba desde hacía tiempo, pues no le gusta su comportamiento con ella como pareja y a continuación me explico de forma que lo entendiera, como había proporcionado las fotos que tenía en su portátil, al informático para que este hiciera el montaje que había visto.

Además de borrar un fichero que impide que el ordenador arranque pero con solo colocarlo desde otro, queda solucionado el problema, el asunto de fondo era, que ella viera que yo disponía de esas fotos para verlas cuando quisiera y ponerla en una situación de indefensión conmigo, con lo que no habían contado ninguno de los dos era, que siendo informática lo primero que miro fue cuando se creó la carpeta y el acceso directo del escritorio, algo que se les había escapado.

Cuando le pareció me tomo de las manos y me dijo.

Vamos al sofá y ya después acabaremos el cava si nos apetece.

Casi todo lo demás de lo sucedido esa noche ya está dicho.

La veía dormir tan plácidamente que me sabia mal moverme para darme la vuelta y tratar de dormir, cuando lo hizo ella, me quede mirando su nuca y comencé a besarla de forma muy sutil, no llegue a dormirme y cuando se despertó después de besarme me dijo.

Lo que me dijiste anoche de que esto durara algo más de una semana ¿Iba en serio? Porque yo estoy dispuesta a irme contigo ahora mismo si me lo pides y si te has de quedar más tranquilo te diré, que si no es hoy contigo, será el lunes al primer sitio que encuentre, pero Pascual NUNCA MAS se acostara conmigo, bajo ninguna circunstancia quiero en mi vida a alguien así, tan manipulador.

La bese entonces yo a ella y le respondí.

Si quieres que tratemos de vivir juntos me harás muy feliz, después veremos si realmente somos compatibles en el día a día, por lo que parece en la cama no tendremos problemas ¿o sí?

No me respondió, tan solo comenzó a acariciarme y en cuanto noto que estaba a punto se colocó a cuatro patas ofreciéndome ambos agujeros, muy lentamente la penetre por la vagina y cuando comencé a tomar ritmo oí que me decía.

Cambia de agujero, por ahí ya estuviste anoche y me gusto como lo haces, ahora falta probar si tu disfrutas tanto como yo por ese otro camino.

No me hice de rogar, como tenía la polla ya lubricada la apunte y comencé a apretar, siendo ella la que culeó para ensartarse de golpe como una aceituna, estando al fondo fue cuando la sujete bien por las caderas y comencé un metisaca que nos llevó a ambos al paraíso, cuando note sus primeros espasmos, me dedique a hacer cortos recorridos retirándome del fondo solo un poco cada vez, así pude soltarle las caderas para con una mano acariciarle el clítoris, mientras que la otra iba de un pezón al otro.

El orgasmo fue sensacional, bufaba y se resistía a aflojar, yo continúe con mis cortas embestidas al tiempo que le machacaba el clítoris y pezones, cuando comencé a eyacular, pequeñas descargas dado la gran presión a que estaba sometida la polla, en parte por la estrechez propia del esfínter, acrecentada por los espasmos, Sonia comenzó a emitir un prolongado bramido, que si bien no era muy escandaloso si era muy profundo, eso era más excitante que las retahílas que se leen en algunos relatos, o que se oyen en alguna peli porno.

Cuando ya no pude más, nos derrumbamos ambos quedando yo dentro suyo, besándole la espalda y acariciándole los hombros, pero al poco rato me retire para dejar de chafarla, soy consciente de mi corpulencia y consecuente con ello.

Cuando al rato nos levantamos para ir al baño, me sorprendió con un comentario muy sincero, al menos por el tono en que me dijo.

Podemos ir a vivir juntos y tratar de que funcione, entenderé si un día me dices, que te apetece o que te está tirando los trastos alguna mujer y quieres pasar algún tiempo con ella, pero te pido que no me engañes, es lo único que no soporto, en contra de lo que te haya podido contar Pascual todo eso si soy capaz de asumirlo, aunque personalmente no me atrae la idea, de estar con más de un hombre en la misma época.

No esperó respuesta y continuamos hacia el baño, después de una ducha rápida salimos sin más, nos vestimos desayunamos algo y la ayude a preparar una maleta, dijo que el resto de sus cosas ya vendría el lunes con una furgoneta y un par de personas a recogerlas, en lo que quedaba de sábado y todo el domingo ya decidiríamos si llevarlo a mi casa o a un guardamuebles.

Hasta el domingo a mediodía no la llamo Pascual, pero Sonia simplemente dejo que el teléfono sonara, entonces al poco sonó el mío e hice lo mismo, un rato después sonó el fijo e hice igual, pasadas las dos nos fuimos a comer a un pequeño restaurante donde me conocen y donde se puede ir andando, en el camino de regreso me dijo Sonia.

Ahora cuando lleguemos, te pagare mi parte de la comida…………..En especie.

Los dos nos reímos bastante y lo cierto es que me pago “su parte” con creces, además de una sustanciosa propina, casi a las nueve de la noche salimos de la cama, para tomar un bocado y ella aprovecho para comprobar el correo, tenía dos emails de Pascual que no decían nada importante, solo que no podía localizarla en el móvil ni a mí tampoco, cuando nos sentamos a la mesa a comer un poco de “pate” con la botella de cava que no habíamos bebido la noche anterior le dije.

No creo que tengas que llevar tus cosas a un guardamuebles, estas son las llaves de casa y este el mando del parking tu plaza es la 22 junto a la mía que es la 21, pero como llegaras antes que yo, puedes elegir la que prefieras.

Me dio un beso y comenzó a hablar de compartir gastos y………… hasta que le dije que de eso ya hablaríamos en otro momento, que la cama “se enfriaba”.

En los primeros tres días de la semana, no supimos nada de Pascual, no le devolví la llamada hecha el domingo, pero el jueves por la noche mientras revisaba su correo me llamo Sonia para que leyera un email de Pascual.

Después de hacer auditorias en varias de las delegaciones de la zona teniendo como base Sevilla, me han encomendado trasladarme a Tenerife, para hacer unas cuantas allí, marcho directamente y no sé exactamente la fecha de vuelta, ya te diré algo.

Un beso.

Apago el ordenador y nos fuimos a seguir con nuestra nueva vida, que se había vuelto muy excitante.

Entre tanto, esto es lo que sucedía con Pascual.

Al llegar a Sevilla vino a recogerme a la estación del AVE Isabel, una ayudante que me asignaron desde la central, mi cometido era que me acompañara para que recibiera la formación apropiada y en un futuro cercano se encargara ella de las auditorias en la zona sur, en parte un descanso para mí pues no tendría que viajar tanto, solo alguna vez para controlar “in situ” su trabajo, es una criatura preciosa y que tiene un gran “peligro”, muchas ganas de ascender al precio que sea.

Eso me lo demostró ese mismo día, después de acompañarme al hotel a que me instalara se quedó a comer conmigo, visitamos después una de las filiales y cuando me llevo de vuelta al hotel subió conmigo a la habitación, diciendo que estaba dispuesta a aprender de mi TODO lo que fuera capaz de enseñarle, la que empezó enseñando fue ella, se sacó el vestido bajo el cual no llevaba nada más.

Cuando se arrodillo delante de mí, me saco la polla y con soltura se la metió en la boca, no podía creer que fuera una recién licenciada con apenas 22 añitos, como chupaba la condenada y no quedo satisfecha hasta que logro que me corriera por completo en su “boquita”, que al principio de verla me pareció graciosa, pues si bien la chica está muy bien, lo que más me llamo la atención era su diminuta boca.

Después se encargó de desnudarme mientras lamia mi cuerpo con “ansia” en realidad como confeso después, lo que quería era.

Causar una buena impresión, para que no tuviera dudas respecto a que era la mejor candidata para el puesto.

No la decepcione y esa primera noche fue solo la punta del iceberg, resulto ser lo más parecido a una “ninfómana”, al extremo que cuando de la central me comunicaron la necesidad de ir a Tenerife, les respondí que sería provechoso para la empresa que Isabel me acompañara, para terminar la formación.

La chica prometía convertirse en una pieza clave para el buen funcionamiento del servicio que yo hacía a la empresa, aceptaron y después que el jueves mediante un email comunicara a Sonia que marchaba a Tenerife partimos los dos, a pesar de que reservamos dos habitaciones en el mismo hotel pero en plantas distintas, las cinco noches y alguna tarde de las que permanecimos en la isla, las pasamos en la mía donde Isabel me demostró que estaba dispuesta a aprender TODO, TODO lo que fuera capaz de enseñarle, para ampliar sus conocimientos.

Cuando la primera tarde después de instalarnos, me propuso hacer la siesta para descansar del viaje, lo primero que hizo después de desnudarme fue, una “media mamada” solo para ponerme a tope, entonces se tumbó en la cama a la expectativa de que era lo que me apetecía, la puse a cuatro patas y de una fuerte embestida se la metí toda por el culo, giro la cara lo suficiente para fijar sus preciosos ojos en los míos y me di cuenta que estaba dispuesta a lo que fuera.

Ella quería hacerme la vida más agradable, a cambio de que la apoyara en todo y vaya si la apoye, en todas las posturas imaginables incluso me sorprendió, cuando me dijo en algún momento de esa siesta que se hizo interminable pues se alargó hasta bien entrada la noche, que le gustaría que le hiciera “una lluvia dorada” es algo que no había hecho nunca y no por falta de ganas, solo por falta de oportunidad.

Esos cinco días que pasamos juntos fueron muy intensos, de día visita y trabajo en alguna de la filiales, después cena en el hotel y por la noche sexo a reventar, Isabel sabia de mi relación con Sonia, a la que había llamado en varias ocasiones sin éxito pero no le importaba, ya en el aeropuerto nos despedimos pues ella tenía que coger un vuelo a Sevilla y yo uno directo a Madrid que salía antes.

Quedamos en que nos llamaríamos, ella tenía que venir a la central en las próximas semanas, para que después de presentar mi informe sobre lo visto en mi viaje y la impresión personal sobre Isabel, la nombraran oficialmente “auditora de la zona sur”, bajo mi supervisión directa.

Llegue a casa a media tarde y esperaba darle una sorpresa a Sonia, al entrar en la casa hacia olor a cerrado, después me fije que faltaban una serie de cosas, la televisión el equipo de música su ordenador había cajones abiertos por todas partes, entre en nuestra habitación y pude ver la cama desecha y las sabanas sucias, como de haber practicado sexo.

Pero ella era muy cuidadosa con eso, cuando manchábamos las sabanas que era con frecuencia enseguida las cambiaba, todo eso me hizo pensar en un robo y quizás fuera esa la razón de su silencio para no preocuparme, fui a la cocina y en la nevera, encontré una serie de alimentos “frescos” ya en mal estado y una bandeja con algunos pastelillos.

Entonces pensé que después de lo que había “maquinado”, seguro que el encuentro entre Alex y Sonia se había producido y posiblemente estuviera en su casa, me encamine hacia casa de Alex dispuesto a darle una sorpresa a Sonia, enterarme cuando pasó lo del robo y acompañarla a casa otra vez, ahora que ya se sentiría segura al estar yo con ella.

Sonia me tenía una sorpresa preparada, mucho mayor de la que yo quería darle, se me ocurrió ir a casa de mi amigo Alex para ver cómo había resultado todo, entré al portal con una señora mayor a la que le sujete la puerta y subí directamente al piso de Alex.

Cuando toque el timbre me contesto desde dentro la voz de Sonia.

¿Ya te has vuelto a olvidar la llave? Llevas toda la semana igual.

Cuando abrió, cubierta tan solo por una bata me miro con desprecio y me dijo que me había equivocado, cerrándome la puerta en las narices, me quede helado y no sabía que pensar, mi reacción fue salir a la calle y esperar hasta que vi aparecer a Alex, quien me obsequio con una ancha sonrisa al verme, al estar más cerca le pregunte qué demonios estaba pasando, su respuesta me golpeo como un mazo.

Chico pasó lo que tenía que pasar, ya te lo advertí, no se puede jugar con fuego porque te puedes quemar.

No sabía que decir o hacer.

Solo se me ocurrió irme sin preguntar, ¿Para qué? Estaba claro que había apostado y perdido, regrese a mi casa y por el camino recordé que tan solo faltaban “cosas” que había comprado Sonia, de las que estaba seguro conservaba las facturas a su nombre, ella gana tanto o más que yo y por eso no se cortaba cuando le apetecía comprar algo, de camino pare a comer algo que no me sentó todo lo bien que hubiera deseado.

Después de ver como marchaba Pascual, subí a casa y abrí la puerta, Sonia se abrazó a mi diciéndome que Pascual había venido y que ella le había cerrado la puerta en las narices, pero que no sabía que podía pasar a partir de ese momento, la tranquilice al contarle mi encuentro con Pascual y la breve conversación donde quedo todo dicho, esa noche aún tuvimos otra “sorpresa”, me llamo Marta y tras escucharla unos instantes le dije.

¿Tienes donde tomar nota?........ Apunta este número que es de mi “amigo” Pascual, alguien que en este momento, necesita a rabiar follar con quien sea, incluso sería capaz de hacerlo contigo, borra mi número de tu agenda porque es la última vez que te lo cogeré.

Al colgar Sonia me miro y con la mejor de las sonrisas me dijo.

Vamos a cenar pronto, que tenemos mucho que celebrar esta noche.

Escrito por Pobrecain

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